Con estas declaraciones el Dr. Mata Mollejas ha inaugurado una nueva categoría de especialistas, los estimadores de calle: solo hay que pasearse por las calles para descubrir si las personas trabajan o no. Quienes laboramos en el INE podemos estar felices, pues será mucho el tiempo que nos ahorrará el buen Dr., futuro premio Nobel de Economía, ya que ha descubierto la técnica que hace inútil la Encuesta de Hogares por Muestreo. Se trata de una auténtica declaración de guerra a las ciencias sociales, en general, y a los métodos estadísticos en particular.
No obstante, mientras esta novedosa técnica se generaliza y gana adeptos en la academia y en los organismos internacionales, al INE no le queda otro camino que seguir haciendo un enorme esfuerzo profesional para presentar al país, oportunamente, la información estadística necesaria para la identificación precisa de los problemas sociales y sus verdaderas dimensiones. La Encuesta de Hogares por Muestreo y la Encuesta Industrial, por ejemplo, fuentes invaluables de información sobre la realidad económica y social del país, son demostración de que el estado venezolano se toma en serio sus responsabilidades.
La primera de ellas se inició en el año 1967 y constituye una operación estadística que visita unos 40 mil hogares semestralmente; la segunda visita unas 550 empresas trimestrales. Ambas se realizan siguiendo el mayor rigor técnico, respetando las normativas y los acuerdos internacionales de los cuales Venezuela es tributaria, incluyendo la entrega de la base de datos de nuestras encuestas a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para el cálculo de la tasa de desocupación, pobreza y el índice de GINI. Ambas son llevadas adelante por profesionales actualizados académica y científicamente: la mayoría posee títulos de postgrado, muchos son profesores universitarios y todos poseen una larga experiencia profesional. El promedio de antigüedad en el INE de nuestra plantilla de técnicos especialistas es de 17 años, por lo que ya laboraban en la institución en tiempos en que los críticos gratuitos de hoy consideraban válido y valioso su trabajo.
Por otro lado, el Dr. Mata Mollejas se las arregla para proponer como solución la misma política que ya adelanta el gobierno nacional, criticándolo al mismo tiempo: "Todos en el país se preocupan por la inflación pero también hay que preocuparse por el empleo, por la existencia de una población que no trabaja o que está subempleada y que por lo tanto vive de subsidios que otorga el gobierno".
Los hechos demuestran que, en efecto, para el gobierno nacional la preocupación por el tema inflacionario no le hace apartar su vista de la problemática social y por la situación laboral, especialmente por la de aquellos grupos poblacionales que tradicionalmente estuvieron al margen de la atención del estado.
La crítica realizada va dirigida a restar trascendencia a iniciativas gubernamentales que parten de las realidades inmediatas, pero orientadas con una perspectiva estratégica. La Gran Misión Saber y Trabajo, por ejemplo, diseñada para resolver de manera sostenida el núcleo duro del desempleo, por lo que busca capacitar a dichas personas para que puedan desempeñar un trabajo digno y bien remunerado, que le permita realizarse como persona y liberarse de la sumisión al capital. Precisamente, se trata de prepararlo para que pueda conquistar el dominio de sus condiciones de vida y no tenga que depender de los subsidios que, en circunstancias especiales, es legítimo pueda otorgarle el Estado.
Pero, además, el esfuerzo del gobierno nacional se orienta a la creación de fuentes de empleo productivo, estables, que mejore el abastecimiento nacional y permita el abatimiento de las presiones sobre los precios, particularmente de los alimentos y medicinas y de los bienes esenciales para una vida plena.
Por otro lado, al Dr. Mata Mollejas parece molestarle que el gobierno nacional utilice la principal fuente de ingresos del país para realizar la política que él mismo sugiere que se realice. Una de las notas de prensa afirma que el Dr. "Profundiza en este tema y explica que el dinero que permite mantener los subsidios proviene de los altos precios del petróleo, situación que describe como la 'dependencia de rentas inciertas'".
Hace muchos decenios que las "rentas inciertas" del petróleo han sido la fuente principal de ingresos del estado venezolano. Ningún gobierno, con anterioridad a éste, orientó la mayor parte de esos ingresos para beneficiar a los preteridos de siempre. Por tanto, antes que objeto de crítica, constituye un mérito histórico de este gobierno disponer de alrededor del 60,7% de los ingresos de la década para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de amplios sectores de la población. Sectores que estando al margen de los beneficios de la atención pública no consiguieron prepararse para, por sus propios medios, avanzar hacia una vida con calidad humana. Gracias al petróleo y a la disposición del gobierno nacional esos recursos son hoy el soporte de una política de inclusión y de progreso social. Una vez logradas las metas de las Misiones la certidumbre de que una vida mejor es posible para todos será la inspiración de los venezolanos.
Las palabras iniciales del nuevo Presidente de la Academia de Ciencias Económicas no pudieron ser más desafortunadas. Constituyen en sí mismas una toma de posición política-ideológica que ubica al Presidente de la Academia del área económica en la acera de la irracionalidad, en las filas de una oposición que sustituye el análisis riguroso de los datos que aporta la realidad por la reiteración de afirmaciones cuyo único sustento es el odio al gobierno nacional. Ojalá en el futuro inmediato podamos leer unas declaraciones que nos permitan corregir esta apreciación sobre una visión sesgada y errada de la realidad.
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